Desde que tuve la oportunidad de tener en mis manos trabajos originales de Abel Quezada, quedé fascinada, me gustó mucho su estilo, sus personajes sencillos, con humor ligéro pero directo.
Me encantó la anécdota donde un día llegó a dibujar un cartón sobre la sequía en México y al rato ya estaba lloviendo y de varios lugares le agradecieron él que hubiera hecho llover.
El Charro Matías, uno de mis personajes favoritos, tengo su libro.
Abel Quezada al igual que Gabriel Vargas fue un retratista de la sociedad mexicana del S. XX
Y sí, nada es perfecto a pesar de que en sus cartones Quezada llegaba a criticar al PRI también llegó a trabajar para ellos.
Abel fue un admirador de los deportes y sobre todo los pintó.
Y cómo quisiera tener un mural así de colorido y con tantos detalles en la sala de mi casa.