En mis horas de descanso
con la aguja en mis manos
en finas puntadas trenzaba
en vertical la lana de color
se fue formando un dibujo
de modo un tanto especial
Entretenida en mis noches
a veces me me preguntaba
¿El por qué tanto apuro?
desconociendo dirección
mis manos proseguían
La prenda tenía un nombre
de quién un día no lejano
alojada, abrigaría su cuello
impregnada la bufanda nueva
de mi aliento y su nostalgia
mi perfume y mis cantares
Se fue el frío, es primavera
y ella continúa guardada
durmiendo esperanzada
la luz ilumine su sendero
al fin el día soñado llegue
para estar donde quiere
Soledad del sol
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