Si hoy fui al salón, me despunte el cabello, me pinte el cabello de negro y me depilaron las cejas, ¡auch! Pero valió la pena, ya me hacia falta verme mejor, ya estaba descontenta con el color deslavado que quedo después de el color violeta y mi cabello pedía a gritos una podadita.
1 comentario:
Aunque la mona se vista de seda
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