martes, abril 28, 2009

Érika

"Qué desgracia, ni siquiera supe que estábamos en agonía;
simplemente supe que estamos muertos".
Morales Moreno

CON un amor como el de Érika,
¿para qué nos sirve el futbol?
¿Para qué sufrir esperando un gol que se niega
con el ánimo sudoroso y al borde de un ataque nervioso,
desgañitándose para señalar un error arbitral
o alentar al equipo cuando va perdiendo?
Teniendo un amor como el de Érika,
¿para qué ser poeta?
¿Para qué estos largos días
con la pluma en la mano,
frente al papel,
con uno o dos libros,
engastando imagen tras imagen
en el altar barroco de mis versos?
¿Para qué poeta
cuando Érika está ahí,
con sólo la playera del equipo favorito
como única prenda
sonriéndome maliciosa
y moviéndose como gata enamorada?
¿Para qué el futbol y la poesía
si Érika me abraza y me abraza,
me hace la sopa,
me da besos,
cuida al niño?
El tiempo se ha ido y el futbol permanece,
de Érika sólo queda este poema
y, tal vez, algún otro.

Alfredo Alejandro Parra
ESTO
4 de enero de 2005
Página 9

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