Hace un rato que quería escribir sobre está anécdota que tengo muy marcada, la última vez que entre a una de las tres grandes salas de este cine fue con mi papá, una tarde en la que llegó, mi mamá no estaba y me invitó. Es más ni el uniforme de la secundaria me quite, acaba de llegar. Estaba emocionada, recuerdo, porque teníamos mucho tiempo de no pasarla juntos solos, esa tarde recordaba cuando me llevaba con él todos lados, a las obras y al futbol.
En la marquesina solo recuerdo ver anunciada la película del Abogado del Diablo o esa fue la que llamó mi atención y también la de mi papá, lo de risa fue que en la taquilla que estaba al lado izquierdo entrando por el pasillo, al fondo del restaurante y frente a la agencia de viajes, no querían dejarme entrar porque era clasificación B, pero pues mi papá dijo que no había problema y entre, jajajaja, me da mucha risa, ¡estaba nerviosa iba a ver una películ clasificación B y con escenas de sexo!, mi papá le entrego el par de boletos al viejito que cuidaba la entrada a las salas (por cierto igual un viejito cuidaba la entrada en el Cine Bucarelí), compramos palomitas, la sala tenía su característica alfombra roja, sus inmensas cortinas y esos detalles tan clásicos en sus muros, nos sentamos y más o menos la función comenzó a las 4:00 pm.
Recuerdo que descubrir el trasero de mi "chiquito papá" Keanu Reeves, me gustó mucho, de hecho cerre los ojos esperando un tápate los ojos de mi papá pero no sucedió, así que disfrute lo que veía y me sentía grande.
En la secuencia de fotos.- La primera se ve el Cine cuando aún funcionaba, en la segunda cuando cerró las puertas y el tercero cuando se derrumbó.
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