Este martes muy temprano me fui a Mazapa a ver a mis abuelitas que en últimos días han estado mal de salud, sobre todo mi abuelita José, es solo cuestión de poco tiempo para que nos deje. Duele verla sufrir, siente mucho dolor y yo quisiera que ya terminara.
Mi abuelita Beatriz, está mejor y ya le dije que le eche ganas, pero la edad hace de las suyas.
Los volcanes está vez me dejaron sin palabras, cubiertos de harta nieve y el Popo con su inseparable fumarola.
A la hora del recreo de la primaria me fui a ayudarles a mis tías quienes venden en la cooperativa de la escuela, fue muy divertido estar atendiendo a todos los chamacos que se amontonaban. Mis primos contentos de verme en su escuela.
Casi todo el día estuve con mi abuelita José, ayudando en lo que podía y dejandome apretar la mano por ella, la peine, le hice su trencita.
Ya en la noche me fui a la casa, el cielo estaba lleno de estrellas, acá en la ciudad no se pueden ver tantas.
Descanse y ahora si que no tenía muchas ganas de regresar.
1 comentario:
Que hermoso....
Que linda nieta eres..
felicidades
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